
El Blanching permite atenuar las arrugas finas de expresión del rostro, que apareen por la disminución de colágeno y elastina en la piel.
Esta técnica, que requiere de una valoración médica previa, se realiza con ácido hialurónico que se microinyecta de modo superficial en las arrugas a tratar. El resultado es la hidratación profunda de la piel. Una semana después de aplicar este tratamiento las arrugas son menos perceptibles.